24,25 El Espíritu del Señor comenzó a mover a Sansón cuando era joven. Esto fue evidencia de que el Señor lo bendecía. Donde Dios da su bendición, también da su Espíritu para capacitar para la bendición. Verdaderamente son bendecidos aquellos en quienes el Espíritu de gracia comienza a obrar en los días de su infancia. Sansón no bebía vino ni bebidas fuertes, y aún así sobresalía en fuerza y valentía, porque tenía el Espíritu de Dios moviéndose en él; por lo tanto, no os embriaguéis con vino, sino sed llenos del Espíritu.

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