22-24 Las aflicciones de Sansón fueron los medios para llevarlo al arrepentimiento profundo. Por la pérdida de su vista corporal, los ojos de su comprensión se abrieron; y al privarlo de la fuerza corporal, el Señor se complació en renovar su fuerza espiritual. El Señor permite que unos pocos vaguen y se hundan profundamente, sin embargo, los recupera al fin, y marcando su disgusto por el pecado en sus severos sufrimientos temporales, evita que se hundan en el pozo de la destrucción. Los hipócritas pueden abusar de estos ejemplos, y los infieles se burlan de ellos, pero los verdaderos cristianos se volverán más humildes, vigilantes y circunspectos; más simples en su dependencia del Señor, más fervientes en la oración para evitar que caigan, y en la alabanza por ser preservados; y, si caen, se evitará que se hundan en la desesperación.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad