1-3 Aquellos que no intenten ni aventuren nada en la causa de Dios, serán los más dispuestos a censurar y pelear con los que tienen un espíritu más entusiasta y emprendedor. Y aquellos que son los más atrasados ​​en los servicios difíciles, estarán más enojados por no tener el crédito de ellos. Gedeón se encuentra aquí como un gran ejemplo de abnegación; y nos muestra que la humildad elimina mejor la envidia. Los efraimitas habían dado rienda suelta a su pasión en la muy equivocada libertad de expresión, un cierto signo de una causa débil: la razón se agota cuando la reprensión vuela alto.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad