1-21 Estos muchos sacrificios, que fueron todos eliminados por la muerte de Cristo, nos enseñan que nuestros mejores servicios necesitan ser lavados en su sangre, y que la culpa de nuestros mejores sacrificios necesita ser eliminada por uno más puro y más noble que ellos. Agradezcamos que tenemos tal Sumo Sacerdote. A los sacerdotes no se les permitía ni un día de descanso del servicio. Los sacerdotes espirituales de Dios tienen un trabajo constante, que el deber de cada día requiere; los que quieran rendir su cuenta con alegría, deben redimir el tiempo. La gloria de Dios apareció a los ojos del pueblo, y reconoció lo que habían hecho. Ahora no debemos esperar tales apariciones, pero Dios se acerca a los que se acercan a él, y las ofrendas de la fe le son aceptables; aunque los sacrificios son espirituales, las señales de la aceptación son también espirituales. Cuando Aarón hubo hecho todo lo que debía hacerse con respecto a los sacrificios, levantó las manos hacia el pueblo y lo bendijo. Aarón sólo podía pedir una bendición; sólo Dios puede ordenarla.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad