5-73 Nehemías sabía que la seguridad de una ciudad, bajo Dios, depende más de los habitantes que de sus muros. Todo buen regalo y todo buen trabajo son de arriba. Dios da conocimiento, él da gracia; todo es de él y, por lo tanto, todo debe ser para él. Lo que se hace por prudencia humana, debe atribuirse a la dirección de la Divina Providencia. ¡Pero ay de aquellos que se apartan del Señor, amando este mundo presente! ¡y felices aquellos que se dedican, y su sustancia, a su servicio y gloria!

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