1-10 La vaquilla debía ser quemada por completo. Esto tipifica los sufrimientos dolorosos de nuestro Señor Jesús, tanto en el alma como en el cuerpo, como un sacrificio hecho por el fuego, para satisfacer la justicia de Dios por el pecado del hombre. Se dice que estas cenizas se depositan como una purificación del pecado, porque, aunque solo debían purificar la impureza ceremonial, eran un tipo de esa purificación del pecado que nuestro Señor Jesús hizo con su muerte. La sangre de Cristo está depositada para nosotros en la palabra y los sacramentos, como una fuente de mérito, a la que por fe podemos recurrir constantemente para limpiar nuestras conciencias.

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