9-15 Cada día de reposo, además de los dos corderos ofrecidos para el holocausto diario, debe haber dos más ofrecidos. Esto nos enseña a duplicar nuestras devociones en los días de reposo, porque así lo requiere el deber del día. El descanso sabático debe ser observado, para poder aplicarnos más de cerca al trabajo sabático, que debería llenar el tiempo sabático. Las ofrendas en las nuevas lunas mostraron agradecimiento por la renovación de las bendiciones terrenales: cuando nos regocijamos en los dones de la providencia, debemos hacer el sacrificio de Cristo, ese gran regalo de gracia especial, la fuente y la fuente de nuestra alegría. Y la adoración realizada en las nuevas lunas se hace típica de las solemnidades del evangelio, Isaías 66:23. A medida que la luna toma la luz del sol, y se renueva por sus influencias; entonces la iglesia toma prestada su luz de Jesucristo, quien es el Sol de justicia, renovando el estado de la iglesia, especialmente bajo el evangelio.

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