1-21 La palabra "nazareo" significa separación. Algunos fueron designados por Dios, antes de su nacimiento, para ser nazarenos durante toda su vida, como Sansón y Juan el Bautista. Pero, en general, era un voto de separación del mundo y dedicación a los servicios religiosos, por un tiempo limitado y bajo ciertas reglas, que cualquier persona podía hacer si así lo deseaba. Un nazareo es mencionado como bien conocido; pero su obligación se hace más cierta que antes. Para evitar que las fantasías de hombres supersticiosos multiplicaran las restricciones indefinidamente, Dios les da reglas. No debían beber vino ni bebidas fuertes, ni comer uvas. Aquellos que se separaban para Dios no debían satisfacer los deseos del cuerpo, sino someterlo. Que todos los cristianos sean muy moderados en el uso del vino y las bebidas fuertes; porque si el amor por estas cosas se apodera de un hombre, se convierte en una presa fácil para Satanás. Los nazarenos no debían comer nada que proviniera de la vid; esto puede enseñar el mayor cuidado para evitar el pecado y todo lo que bordea o conduce a él, o que pueda ser una tentación para nosotros. No debían cortarse el cabello. No debían afeitar sus cabezas ni afeitarse las barbas; esto era la marca de que Sansón era nazareo. Esto significaba descuido del cuerpo y de su comodidad y adorno. Aquellos que se separan para Dios deben mantener sus conciencias limpias de obras muertas y no tocar cosas inmundas. Todos los días de su separación debían ser santos para el Señor. Este era el significado de esas observancias exteriores, y sin esto no tenían valor. No se designaba ninguna pena o sacrificio para aquellos que rompían voluntariamente su voto de ser nazarenos; tendrían que rendir cuentas en otro día por burlarse profanamente del Señor su Dios; pero aquellos debían ser liberados que no pecaban deliberadamente. No hay nada en la Escritura que se asemeje a las órdenes religiosas de la iglesia de Roma, excepto estos nazarenos. Pero observa la diferencia, o más bien cuán completamente opuestos son. A los religiosos de esa iglesia se les prohíbe casarse; pero no se impone tal restricción a los nazarenos. Se les ordena abstenerse de ciertas comidas; pero los nazarenos podían comer cualquier alimento permitido para otros israelitas. No se les prohíbe el vino en general, ni siquiera en sus días de ayuno; pero los nazarenos no podían tener vino en ningún momento. Su voto es duradero, incluso hasta el final de sus vidas; el voto de los nazarenos era solo por un tiempo limitado, a su propia voluntad; y en ciertos casos, no a menos que fueran autorizados por esposos o padres. Existe una diferencia completa entre las reglas inventadas por el hombre y las dirigidas en la Escritura. No olvidemos que el Señor Jesús no es solo nuestro fiador, sino también nuestro ejemplo. Por su causa debemos renunciar a los placeres mundanos, abstenernos de los deseos carnales, separarnos de los pecadores, hacer una profesión abierta de nuestra fe, moderar las afectaciones naturales, estar llenos del Espíritu y dedicados al servicio de Dios, y desear ser un ejemplo para todos los que nos rodean.

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