2 Corintios 3:1

¿Empezamos de nuevo a recomendarnos a nosotros mismos? ¿Es necesario? ¿No tengo nada más que mi propia palabra para recomendarme? San Pablo se propone principalmente aquí a sí mismo; aunque sin excluir a Timoteo, Tito y Silvano. A menos que necesitemos ... Como si hubiera dicho: ¿De verdad quiero ta... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:2

Vosotros sois nuestra carta de recomendación: más convincente de lo que podrían ser las palabras. Escrito en nuestros corazones: profundamente grabado allí y claramente legible para todos los que nos rodean.... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:3

Manifiestamente declarado que es la carta de Cristo, que él ha formado y publicado para el mundo. Ministrado por nosotros - A quien él ha usado aquí como sus instrumentos, por lo tanto, ustedes también son nuestra letra. Escrito no en tablas de piedra - Como los diez mandamientos. Pero en las tierna... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:5

No es que seamos suficientes de nosotros mismos, tanto como para tener un buen pensamiento; mucho menos, convertir a los pecadores.... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:6

El cual también nos hizo ministros capaces del nuevo pacto, de la nueva dispensación evangélica. No de la ley, oportunamente llamada letra, porque Dios la escribió literalmente en las dos tablas. Sino del Espíritu - De la dispensación del evangelio, que está escrito en las tablas de nuestro corazón... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:7

Y si el ministerio de la muerte, es decir, la dispensación mosaica, que lo prueba a los que lo prefieren al evangelio, la mayor parte de la cual estaba grabada en esas dos piedras, fue acompañada con tanta gloria.... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:9

El ministerio de condenación - Tal fue la dispensación mosaica que demostró a todos los judíos que rechazaron el evangelio, mientras que a través del evangelio (de ahí llamado el ministerio de justicia) Dios imputó e impartió justicia a todos los creyentes. Pero, ¿cómo puede la ley moral (que fue la... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:10

No tiene gloria en este respecto, debido a la gloria que sobrepasa, es decir, ninguna en comparación con esta gloria más excelente. La luz más grande se traga la menos.... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:13

Y no actuamos como lo hizo Moisés, que se cubrió el rostro con un velo, lo cual debe entenderse también con respecto a sus escritos. Para que los hijos de Israel no pudieran mirar fijamente al final de esa dispensación que ahora está abolida: el final de esto fue Cristo. Toda la dispensación mosaica... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:14

El mismo velo permanece inamovible sobre su entendimiento: no tanto como doblado hacia atrás (así lo implica la palabra) para admitir una pequeña luz resplandeciente. Sobre la lectura pública del Antiguo Testamento - El velo no está ahora en el rostro de Moisés o de sus escritos, sino en la lectura... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:16

Cuando ... Su corazón. Se volverá al Señor - A Cristo, por fe viva. El velo es quitado - Ese mismo momento; y ven, con la mayor claridad, cómo se cumplen plenamente en él todos los tipos y profecías de la ley.... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:17

Ahora bien, el Señor, Cristo, es el Espíritu de la ley del que hablo, al que debía conducir la letra. Y donde está el Espíritu del Señor, Cristo, hay libertad, no el velo, el emblema de la esclavitud. Hay libertad del temor servil, libertad de la culpa y del poder del pecado, libertad para contempla... [ Seguir leyendo ]

2 Corintios 3:18

Y, en consecuencia, todos los que creemos en él, mirando como en un espejo - En el espejo del evangelio. La gloria del Señor - Su glorioso amor. Se transforman en la misma imagen, en el mismo amor. De un grado de esta gloria a otro, de una manera digna de su Espíritu todopoderoso. ¡Qué hermoso contr... [ Seguir leyendo ]

Continúa después de la publicidad