¿Empezamos de nuevo a recomendarnos a nosotros mismos? ¿Es necesario? ¿No tengo nada más que mi propia palabra para recomendarme? San Pablo se propone principalmente aquí a sí mismo; aunque sin excluir a Timoteo, Tito y Silvano. A menos que necesitemos ... Como si hubiera dicho: ¿De verdad quiero tal recomendación?

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad