Huldah: El afecto ferviente del rey requería mucha prisa; y ella estaba en Jerusalén, lo cual se anota en la siguiente parte del versículo, cuando Jeremías podría estar en este momento en Anatot, o en alguna parte más remota del reino; y lo mismo puede decirse de Sofonías, quien tampoco pudo ser profeta en este tiempo, aunque lo fue después, en los días de Josías. Colegio: donde los hijos de los profetas, u otros, que se dedicaban al estudio de la palabra de Dios, solían reunirse y hablar de las cosas de Dios y recibir las instrucciones de sus maestros.

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