Él vio, etc. - El fuego es a la vez terrible y devorador: ese poder que estaba comprometido con Eliseo, podía aterrorizar y consumir a los asaltantes. Elías dio una muestra de justicia divina, cuando pidió llamas de fuego sobre las cabezas de sus perseguidores para consumirlos. Eliseo da una muestra de la misericordia divina, al amontonar carbones encendidos sobre la cabeza de sus perseguidores para que se derritan.

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