¡Oh, cielos, tierra! Ustedes, criaturas sin vida y sin sentido, a las que él invoca en parte para acusar la estupidez de Israel, que fueron más sordos de oír que éstos; y en parte como testigos de la verdad de sus dichos y de la justicia de los procedimientos de Dios contra ellos.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad