Entonces seréis un tesoro peculiar para mí; no da un ejemplo en ningún favor en particular, sino que lo expresa en aquello que incluye toda felicidad, que él sería para ellos un Dios en pacto, y ellos deberían ser para él un gente. No serás un tesoro peculiar: no es que Dios se enriqueciera con ellos, como un hombre lo es con su tesoro, sino que se agradó de valorarlos y estimarlos como un hombre lo hace con su tesoro; eran preciosos a sus ojos.

Los tomó bajo su especial cuidado y protección, como un tesoro que se guarda bajo llave. Los distinguió y los dignificó sobre todas las personas, como un pueblo dedicado a él y a su servicio.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad