Y se levantaron temprano en la mañana y ofrecieron sacrificio a esta nueva deidad hecha. Y la gente se sentó a comer y beber del resto de lo sacrificado, y luego se levantó para jugar - Para hacerse el tonto, para hacerse el desenfrenado. Era extraño que alguna de las personas, especialmente un número tan grande de ellos, hiciera tal cosa. ¿No habían oído ellos, sino el otro día, en este mismo lugar, la voz del Señor Dios que les hablaba de en medio del fuego: No te harás ninguna imagen tallada? - Sin embargo, hicieron un becerro en Horeb, el mismo lugar donde se dio la ley. ¡Era especialmente extraño que Aarón estuviera tan profundamente preocupado, hiciera el becerro y proclamara la fiesta! ¿Es este Aarón el santo del Señor? ¿Es éste el que no solo había visto, sino que se había ocupado en convocar las plagas de Egipto, y los juicios ejecutados sobre los dioses de los egipcios? ¡Qué! ¿Y sin embargo él mismo copiando las idolatrías abandonadas de Egipto? ¿Cuán cierto es que la ley los hizo sacerdotes que tenían debilidades y necesitaban primero ofrecer por sus propios pecados?

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