El rey: Sedequías. El príncipe: todos los magistrados. Problemas: cuelga y derrítete. ¿Qué pueden idear o hacer los hombres por sí mismos, cuando Dios se ha apartado de ellos? Todos deben estar llorando, todos en problemas, cuando Dios venga a juzgarlos según sus merecimientos, y así hacerles saber que él es el Señor, a quien pertenece la venganza.

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