Entonces Abram quitó su tienda - Dios le ordenó que caminara por la tierra, es decir, no pienses en arreglarte en ella, sino espera estar siempre inquieto y caminar a través de ella hacia una Canaán mejor; de acuerdo con la voluntad de Dios aquí, quitó su tienda, adaptándose a la condición de un peregrino. Y edificó allí un altar, como muestra de su agradecimiento a Dios por la amable visita que le había hecho.

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