Y Abraham dijo: ¡Ojalá Ismael viva delante de ti! - Habla de esto, ni como deseando que Ismael sea preferido antes que el hijo que debería tener con Sara, pero como temiendo que sea abandonado por Dios, presenta esta petición en su nombre. Lo más grande que debemos desear de Dios para nuestros hijos es que vivan delante de él, es decir, que se mantengan en pacto con él y tengan la gracia de caminar delante de él en rectitud. La respuesta de Dios a esta oración es una respuesta de paz. Abraham no podía decir que buscó en vano el rostro de Dios.

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