Sé que Abraham mandará a sus hijos y a su casa después de él. Ésta es una parte brillante del carácter de Abraham. No solo oró con su familia, sino que les enseñó, como un hombre de conocimiento; es más, los mandó como un hombre en autoridad, y fue profeta y rey, así como sacerdote, en su propia casa. Y no solo se ocupaba de sus hijos, sino de su casa: sus sirvientes eran sirvientes catequizados.

Los amos de familia deberían instruir e inspeccionar los modales de todos bajo su techo. Y esta es la razón por la que Dios le daría a conocer su propósito con respecto a Sodoma; porque comunicaba sus conocimientos y los mejoraba en beneficio de los que estaban a su cargo.

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