Y Enoc caminó con Dios después de engendrar a Matusalén. Caminar con Dios es poner a Dios siempre delante de nosotros y actuar como aquellos que siempre están bajo su mirada. Es vivir una vida de comunión con Dios, tanto en las ordenanzas como en las providencias; es hacer de la palabra de Dios nuestra regla, y su gloria nuestro fin, en todas nuestras acciones; es hacer nuestro constante cuidado y esfuerzo en todo para agradar a Dios, y en nada ofenderlo; es cumplir con su voluntad, estar de acuerdo con sus designios y ser colaboradores con él. Caminó con Dios después de engendrar a Matusalén, lo que da a entender que no comenzó a ser eminente por la piedad hasta ese momento.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad