Si me buscáis, dejad que estos (mis discípulos) se vayan - Fue un ejemplo eminente de su poder sobre los espíritus de los hombres, el que ellos obedecieran hasta el momento esta palabra, como para no apresar ni siquiera a Pedro, cuando le había cortado la oreja a los hombres. Malco.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad