Atarte ... ¿Por qué no, mejor, luchar bajo tu estandarte? Porque el pecado desanima a los hombres, es más, los enamora y les oculta a los ojos lo que pertenece a su paz. Jura: No es que los temiera, o que no pudiera haberlos conquistado tan fácilmente como lo hizo con la hueste de los filisteos; sino porque estaría libre de toda tentación de hacerles daño, aunque fuera en su propia defensa.

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