Doncellas - Sus sirvientes para invitar a los invitados, ministros de la palabra a quienes él llama doncellas por la decencia de la parábola; porque la sabiduría, comparada con una gran princesa, era digna de ser atendida por doncellas. Los lugares más altos: desde asientos tan altos como aquellos desde los que los jueces dictan sus sentencias y los oficiales hacen proclamas.

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