Clemente de Alejandría El Instructor Libro II

Necesariamente, pues, contra los que han desechado la vergüenza y abusado sin moderación de las comidas, los insaciables a quienes nada les basta, el apóstol, a continuación, prorrumpe de nuevo con voz de desagrado: "Para que, hermanos míos, cuando os reunáis comer, esperaos los unos a los otros. Y si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os juntéis para condenación”[36].

Tratado Cipriano XII Tres Libros de Testimonios Contra los Judíos

Y otra vez: "Cuando os reunáis a comer, esperaos los unos a los otros. Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para el juicio"[687].

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