Ireneo contra las herejías Libro IV

Por tanto, puesto que el nombre del Hijo pertenece al Padre, y puesto que en el Dios omnipotente la Iglesia hace ofrendas por medio de Jesucristo, bien dice sobre estos dos motivos: "Y en todo lugar se ofrece incienso a mi nombre, y un sacrificio puro". Ahora bien, Juan, en el Apocalipsis, declara que el "incienso" son "las oraciones de los santos"[236].

Fragmentos de los escritos perdidos de Ireneo

como declara también Juan en el Apocalipsis: "El incienso son las oraciones de los santos"[74].

Orígenes Contra Celso Libro VIII "No percibe que consideramos el espíritu de todo hombre bueno como un altar del que surge un incienso que es verdaderamente y espiritualmente fragante, a saber, las oraciones que ascienden de una conciencia pura. Por eso se dice por Juan en el Apocalipsis, "Los olores son las oraciones de los santos; "[34]

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