Pastor de Hermas Mandamiento Duodécimo

Pero en cuanto a las amenazas del diablo, no las temáis en absoluto, porque es impotente como los tendones de un muerto. Escúchenme, pues, y teman a Aquel que tiene todo el poder, tanto para salvar como para destruir,[18]

Tertuliano Contra Marción Libro IV "Pero yo os mostraré a quién debéis temer: temed a Aquel que, después de haber matado, tiene poder para arrojar al infierno" (refiriéndose, por supuesto, al Creador); "Sí, os digo, temedle"[1142].

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Antiguo Testamento