Epístola de Cipriano XXXII

En las ordenaciones del clero, amados hermanos, solemos consultaros de antemano, y sopesar el carácter y los méritos de los individuos, con el consejo general[2].

Epístola de Cipriano LIV

con ellos sólo en la medida en que el temor de Dios está en ellos; sin embargo, aunque sin necesidad, o mi solicitud o mi amor me persuadieron a escribirte estas cosas, que ningún comercio se debe hacer con tales; que no se celebren banquetes ni conferencias con los impíos; sino que debemos estar tan separados de ellos, como ellos son desertores de la Iglesia; porque está escrito: "Si no oyere a la Iglesia, séalo para ti como un pagano y un publicano"[71].

Epístola de Cipriano LXXV

Además, además, el Señor lo establece en Su Evangelio, y dice: "Pero si no oyere a la Iglesia, tenlo como a un pagano y a un publicano"[4].

Constituciones de los Santos Apóstoles Libro II

Pero si alguno se endurece, "díselo a la Iglesia; pero si no oye a la Iglesia, tenlo por gentil y publicano"[186].

Comentario de Orígenes sobre Mateo Libro XIII

Y, de nuevo, "Si rehúsa oírlos" -manifiestamente, los testigos que han sido tomados- "díselo", dice, "a la iglesia";[197]

Comentario de Orígenes sobre Mateo Libro XIII

y Él no dice lo que sufrirá si no escucha a la iglesia, pero enseñó que si rehusaba escuchar a la iglesia, entonces el que había amonestado tres veces, y no había sido escuchado, debía considerarlo para el futuro como el gentil y el publicano.[198]

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