Primera disculpa de Justin

Y con respecto a que no juremos en absoluto, y que siempre hablemos con la verdad, ordenó lo siguiente: "No juréis en absoluto, sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no, no; porque todo lo que es más que esto, del mal procede. "[29]

Ireneo contra las herejías Libro IV

Dice: "No juréis en absoluto, ni por el cielo, porque es el trono de Dios, ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies, ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey"[21].

Tertuliano sobre la idolatría

mendacidad, el ministro de la codicia (del falso juramento me callo, ya que ni aun jurar es lícito[71]

Orígenes de Principios Libro II

y por las palabras del Salvador, cuando dice que debemos jurar "ni por el cielo, porque es el trono de Dios, ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies:"[7]

Orígenes de Principios Libro II

, de su creación? Además, no seáis esos principios admirables que Él establece respecto a los juramentos, diciendo que no debemos jurar ni por el cielo, porque es el trono de Dios, ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies,[36]

Tratado Cipriano XII Tres Libros de Testimonios Contra los Judíos

) Os digo que no juréis en nada: (ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey; ni jura por tu cabeza, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello). Pero que tu discurso sea: Sí, sí; No, no: (porque todo lo que está más lleno que estos es de maldad.")[455]

Didaché

3. no te abjurarás de ti mismo,[27]

Constituciones de los Santos Apóstoles Libro V

Porque si nuestro Maestro nos mandó que no juráramos por el Dios verdadero, para que nuestra palabra fuera más firme que un juramento, ni por el cielo mismo, que es un pedazo de maldad pagana, ni por Jerusalén, ni por el santuario de Dios, ni por el altar, ni la ofrenda, ni el dorado del altar, ni la propia cabeza,[86]

Constituciones de los Santos Apóstoles Libro VII "No codiciarás las cosas que pertenecen a tu prójimo, como su mujer, o su siervo, o su buey, o su campo". "No te abjurarás a ti mismo, porque está dicho: 'No jurarás en nada'".[42]

Homilía Clementina III

Pero a los que afirmaban que estaba en el templo, les dijo: No juréis por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de Sus pies.'[60]

Comentario de Orígenes sobre Juan Libro VI

Pues ¿cómo puede armonizarse con tal opinión, que "el cielo es mi trono y la tierra el estrado de mis pies", testimonio que Jesús acepta como dicho del Padre?[113]

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