Enseñanza y vida inaceptables

Malaquías dos

Muchos parecen pensar que los mandamientos de Dios son para otra persona. Dios quería que los sacerdotes entendieran específicamente que Sus mandamientos eran para ellos. Estos hombres debían obedecer y enseñar los mandamientos del Señor. Dios prometió que se enviaría una maldición sobre los desobedientes. La falta de atención a la palabra de Dios siempre termina en desastre. Sacrificios sin valor y corazones pecaminosos nunca conducen a la vida y la paz.

Leví (no el hombre Leví sino los fieles sacerdotes levitas) fue un maravilloso ejemplo para los judíos y para todos los hombres. En Malaquías 2:6 leemos: "La ley de la verdad estaba en su boca, y en sus labios no se halló iniquidad; en paz y en equidad anduvo conmigo, ya muchos apartó de la iniquidad". Cuando los predicadores se apartan de la verdad de Dios, ya sea en sus enseñanzas o en sus vidas, "hacen que muchos tropiecen en la ley" de Dios.

Malaquías levantó serios cargos contra el sacerdote y el pueblo. Habían mostrado parcialidad en el trato con la ley. "Por eso también os he hecho abominables y viles delante de todo el pueblo, por cuanto no habéis guardado mis caminos, sino que habéis sido parciales en la ley". ( Malaquías 2:9 ) Era algo repugnante y horrible que estos líderes religiosos pretendieran ser ministros sin la presencia ni el poder de Dios.

Decenas de personas en la actualidad hacen caso omiso del santo instituto de Dios, la iglesia. El desprecio por el camino de Dios ha hecho que muchos digan que una iglesia es tan buena como otra. Lamentablemente, algunos están despiertos y conscientes del hecho de que su enseñanza es falsa y su vida es corrupta. Sin embargo, no vuelven a Dios.

Los hombres judíos habían roto su pacto con Dios y con las esposas de su juventud. Las esposas de estos judíos cubrieron los altares de Dios con sus lágrimas porque habían sido repudiadas por sus maridos. Estos hombres eran corruptos. Hicieron que las lágrimas y el dolor de las esposas subieran ante Dios en lugar de verdaderos sacrificios. Estos hombres se divorciaron de sus esposas para casarse con las hijas de los idólatras. Dios odia el divorcio, especialmente este divorcio que potencialmente podría destruir a la nación judía a través de la cual vendría el Mesías.

Estos judíos cansaron a Dios con sus palabras sin acciones apropiadas. Estas personas mentirosas decían que Dios los amaba y estaba complacido con ellos cuando en sus vidas solo había palabras y ninguna acción espiritual. Decían ser piadosos pero no había justicia diaria.

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