Y. siguió una gran multitud.

Cuando ocurrió la muerte del Bautista, la popularidad de Jesús estaba en su apogeo en Galilea. Grandes multitudes lo siguen dondequiera que va, y lo aprietan tanto que no tiene tiempo ni siquiera para comer. De todas partes de la tierra vienen a escuchar sus enseñanzas ya ser sanados. Tampoco podemos atribuir este concurso simplemente a la curiosidad y el egoísmo.

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Nuevo Testamento