καὶ οἱ πυλῶνες . Isaías 60:11 . Pero el último profeta habla de una gloria mayor que la anterior: Isaías reconoce la sucesión del día y la noche, mientras que San Juan ve que en ese día perpetuo las puertas no necesitan estar cerradas. En una ciudad terrenal no se cierran de día sino en tiempo de guerra; pero aun en perfecta paz se cierran todas las noches (cf. Nehemías 13:19 ); aquí la luz del día es tan perpetua como la paz.

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Antiguo Testamento