ἰδόντες οἱ Φαρισαῖοι. Los fariseos no eran invitados, sino que entraban en la casa, costumbre que todavía prevalece en Oriente. Un viajero escribe de Damietta: 'En la habitación donde nos recibieron, además del diván en el que nos sentamos, había asientos alrededor de las paredes. Muchos entraron y ocuparon su lugar en esos asientos laterales, sin ser invitados y sin ser cuestionados. Hablaron a los que estaban en la mesa sobre negocios o las noticias del día, y nuestro anfitrión les habló libremente.

Después vimos esta costumbre en Jerusalén... primero uno y luego otro extraño abrieron la puerta y entraron, sentándose junto a la pared. Se inclinaron hacia delante y hablaron con los que estaban en la mesa. Usos y costumbres de las Escrituras , pág. 185.

Διατί κ.τ.λ. San Marcos representa la pregunta de οἱ γραμματεῖς τῶν Φαρισαίων, San Lucas de οἱ Φαρισαῖοι καὶ οἱ γραμματεῖς αὐτῶν.

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