Ver. 30. "El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama".

Cris.: Después de esa tercera respuesta, sigue una cuarta: "El que no está conmigo, está contra mí".

Hilary: En donde Él muestra cuán lejos está de haber tomado prestado algún poder del Diablo; enseñándonos cuán grande es el peligro de pensar mal de Aquel, de no estar con Quien, es lo mismo que estar contra El.

Jerónimo: Pero que nadie piense que esto se dice de los herejes y cismáticos; aunque podemos aplicarlo además a tales; pero el contexto muestra que se refiere al Diablo; en que las obras del Salvador no pueden compararse con las obras de Beelzebub. Él busca mantener las almas de los hombres en cautiverio, el Señor para liberarlos; predica a los ídolos, el Señor el conocimiento del Dios verdadero; atrae a los hombres al pecado, el Señor los llama a las virtudes. ¿Cómo, pues, pueden estar de acuerdo estos cuyas obras son tan opuestas?

Cris.: Por tanto, el que no recoge conmigo, ni está conmigo, no puede compararse conmigo, para que conmigo eche fuera demonios, sino que más bien trata de esparcir lo que es mío. Pero dime; Si hubieras peleado junto con alguien, y él no estuviera dispuesto a acudir en tu ayuda, ¿no está, por tanto, en tu contra?

El mismo Señor también dijo en otro lugar: "El que no es contra ti, es por ti". [ Lucas 9:50 ] A lo cual no se opone lo aquí dicho. Porque aquí está hablando del diablo, que es nuestro adversario; allí, de un hombre que estaba de parte de ellos, de quien se trata, dijo: "Vimos a uno que echaba fuera demonios en tu nombre".

Aquí parece aludir a los judíos, clasificándolos con el Diablo; porque estaban en contra de Él, y esparcieron lo que Él quería recoger. Pero es justo admitir que Él habló esto de sí mismo; porque estaba en contra del diablo, y esparció las cosas del diablo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento

Nuevo Testamento