Versículo 24. Ahora al que es capaz.

Es decir, a Dios. A él se dirige esta doxología. Sólo Dios es capaz de cuidar nuestros pasos de tal manera que no tropecemos ni caemos. La vida cristiana es, metafóricamente, llamada andar, de modo que caer en pecado sería para un cristiano, metafóricamente, tropezar, y tropezar es la palabra que se usa aquí. Dios nos guarda y preserva en nuestro andar cristiano, y así conduciéndonos aquí, somos presentados sin mancha en la presencia de su gloria presencia gloriosa con gozo para nosotros y las huestes redimidas.

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Antiguo Testamento