hizo lo recto ante los ojos del Señor El Cronista ( 2 Crónicas 29:30 ; 2 Crónicas 29:31 ) da entre las buenas obras de Ezequías algunas que no son advertidas por el compilador de Reyes.

En el primer año de su reinado y en el primer mes, abrió las puertas de la casa del Señor y las reparó. Reunió a los sacerdotes y levitas e hizo que se purificaran y limpiaran la casa del Señor. Entonces el rey mandó que se hiciera un sacrificio solemne en el altar del Señor, y dispuso normas concernientes a los servicios musicales del templo. Después de eso, en el segundo mes, proclamó una pascua solemne a la que invitó a todos los que vinieran tanto de Judá como de Israel, y se enviaron postas para difundir el anuncio de la fiesta que se acercaba.

Algunos en Israel se burlaron de esto, pero algunos de las tribus de Aser, Manasés y Zabulón vinieron a Pascua en Jerusalén. Los altares idólatras de Jerusalén fueron todos destruidos y arrojados al arroyo Cedrón. La fiesta se prolongó por otros siete días y hubo gran alegría en Jerusalén. Después de esto fueron derribados los altares en Judá y en Benjamín, así como en algunas partes del reino de Israel.

Entonces el rey hizo arreglos para los cursos de los sacerdotes y levitas, y fijó el orden de su trabajo, y los diezmos que debían pagar para su sustento. También se designaron oficiales para supervisar este sistema de diezmos, tanto de su recaudación como de su distribución entre los sacerdotes y levitas. Todas estas reformas parecen haber sido hechas al comienzo mismo del reinado de Ezequías. Sin duda abarcan los asuntos mencionados en el versículo 4 a continuación, pero el detalle del Cronista da un cuadro más vívido de la actividad de reforma, que marcó la apertura del nuevo reinado.

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