Vosotros sois testigos contra vosotros mismos Clara e inequívocamente el pueblo había declarado que había escogido el servicio de Jehová. Al hacerlo, en el caso de que se apartaran, se condenarían a sí mismos por su propia evidencia y se verían obligados a admitir que Jehová tenía derecho a castigarlos por su infidelidad.

Somos testigos Literalmente, Testigos somos contra nosotros mismos.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad