una gran manada de cerdos La anarquía del país, donde vivían judíos mezclados con gentiles, la denota el evangelista por la circunstancia de los dos mil cerdos, subrayando la grandeza de la manada. Si sus dueños eran solo en parte judíos, que meramente traficaban con estos animales, aún así no estaban justificados ante la Ley. El territorio no era del todo judío.

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