El Señor instruye a Samuel. 1 Samuel 8:6-9

6 Pero la cosa desagradó a Samuel, cuando dijeron: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró al Señor.
7 Y Jehová dijo a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que yo no reine sobre ellos.
8 Conforme a todas las obras que han hecho desde el día que los saqué de Egipto hasta el día de hoy, con que me han dejado, y han servido a dioses ajenos, así también hagan ellos contigo.
9 Ahora, pues, escuchad su voz; pero protestad solemnemente ante ellos, y mostradles cómo será el rey que ha de reinar sobre ellos.

6.

¿Cuál fue su verdadera razón? 1 Samuel 8:6-9

Querían ser como otras naciones. Eso es lo que muchos están diciendo hoy. Tenemos que tener una gran asociación con las oficinas y la sede. Alguien nos está guiando. La solicitud de Israel se basó en el deseo de seguir las costumbres e instituciones de otras naciones. Estas naciones habían sido apartadas para la destrucción cuando el pueblo entró en la tierra. Estos israelitas podrían haberle recordado a Samuel su vejez, que lo hacía menos capaz de atender los deberes de su cargo, y también la avaricia de sus hijos y la corrupción de los jueces.

Es posible que se hayan quejado de que sus hijos no siguieron sus pasos y le pidieron a Dios que eligiera hombres adecuados. Si hubieran hecho esto, no cabía duda de que habrían recibido una respuesta amable y adecuada. Sin embargo, no pensaron en invocar a Dios; exigieron que se les diera un rey.

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