La cosa disgustó a Samuel. Porque Dios fue deshonrado por esto, por esa desconfianza en él, y esa ambición, y el prurito de los cambios, que eran las causas manifiestas de este deseo; y debido a esa gran miseria que previó que el pueblo se traería sobre sí mismo. Oró por el perdón de su pecado, y la dirección y ayuda de Dios en este gran asunto.

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