B. Una suposición falaz Jeremias 7:8-11

TRADUCCIÓN

(8) He aquí, estás confiando en las palabras de la mentira sin valor. (9) ¿Robarás, matarás, cometerás adulterio, jurarás en falso, ofrecerás incienso a Baal, andarás en pos de otros dioses que no conoces (10) y luego vendrás y estarás delante de Mí en esta casa que es invocada por Mi Nombre y dirás , Estamos a salvo; para hacer todas estas abominaciones? (11) ¿Se ha convertido esta casa sobre la cual es invocado mi nombre en cueva de ladrones a vuestros ojos? He aquí, yo mismo he visto esto (oráculo de Jehová).

COMENTARIOS

Dios no puede continuar permitiendo que Su pueblo habite en la Tierra Prometida mientras sigan confiando en palabras engañosas ( Jeremias 7:8 ). En Jeremias 7:4 el profeta ya ha dado un ejemplo de las palabras de la mentira inútil. El hecho de que el Señor tenga Su Templo en Jerusalén no les servirá de nada si continúan viviendo vidas impías.

El pueblo se dedicaba a toda actividad pecaminosa concebible: robo, asesinato, adulterio, juramentos falsos, adoración de dioses falsos ( Jeremias 7:9 ). Sin embargo, vendrían y se pararían ante Dios en Su casa y pensarían que debido a que habían expresado esta preocupación externa por el Señor, estaban completamente a salvo de todo daño. Las visitas regulares al Templo no hicieron ninguna diferencia en la vida de estos hipócritas.

Iban a los servicios para mantener a Dios de su lado. Mientras Él estuviera de su lado, podrían practicar sus abominaciones con inmunidad. ¡Qué distorsión de la religión! ¡Qué suposición falaz! Con asombro el Señor pregunta: ¿Esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, se ha convertido en cueva de ladrones a vuestros ojos? El Templo se había convertido para el pueblo de Judá en nada más que un refugio al que huían después de cometer sus actos criminales. Pero Dios lo ha visto todo. Él conoce sus corazones. Es consciente de sus malas intenciones y actitudes pecaminosas. No se deja engañar por las manifestaciones externas del celo religioso.

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