El siguiente comentario cubre los Capítulos 1 y 2.

Lo primero que se debe notar es que Dios numera a Su pueblo exactamente, y los dispone, una vez así reconocidos, alrededor de Su tabernáculo: ¡dulce pensamiento, ser así reconocidos y colocados alrededor de Dios Mismo! Pero aquí no se refería al llamamiento por la fe, sino a las familias, los hogares y las tribus. Ese orden se mantuvo cuidadosamente cuando acamparon en reposo o en marcha; pero era el orden de una nación y sus tribus.

Dios moraba allí, pero la unidad del cuerpo, o del Espíritu-unión en cualquier sentido, no tenía lugar. Tres tribus a cada lado del atrio guardaban el tabernáculo de Jehová. Leví solo fue exceptuado, para ser consagrado al servicio de Dios: por lo tanto, la tribu de Leví acampó por sus familias alrededor de la corte. Moisés, Aarón y los sacerdotes se colocaron frente a la entrada por donde se aproximaba a Dios.

Las cosas mínimas en la palabra merecen ser notadas. Salmo 80 está completamente abierto por la posición de las tribus. El espíritu del salmista pide, en los últimos días de la desolación de Israel, que Dios los guíe y manifieste su poder como lo hizo cuando los condujo por el desierto; pide el poder de Su presencia sobre el arca del testimonio, como Dios lo manifestó cuando se dijo, en el momento en que Israel se puso en marcha: “Levántate, oh Jehová, y sean esparcidos tus enemigos.

“Efraín, Benjamín y Manasés eran las tres tribus más cercanas al arca en el campamento de Israel; por eso se dice, en el versículo 2 del Salmo ( Salmo 80:2 ), “antes de Efraín, Benjamín y Manasés”. En la marcha del campamento, se dio la orden de que el tabernáculo, rodeado de los levitas, estuviera en medio de las tribus, como estaba cuando el campamento estaba en reposo ( Números 2:17 ).

Estaba en medio de ellos como de un ejército que era su guardia, como el punto de reunión de adoración y acercamiento cuando el campamento estaba en reposo. Ellos guardaron el cargo del Señor. En el capítulo 10 encontraremos que otro arreglo tuvo lugar de hecho: de este, en su lugar.

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