15. Mira hacia abajo desde tu habitación sagrada. Mientras se les ordena ofrecer sus oraciones y súplicas, que Dios bendiga la tierra, con esta condición, que no se han contaminado por ningún sacrilegio, al mismo tiempo se les recuerda, por otro lado, que la bendición de Dios no fue más de lo que se espera. Mientras tanto, la expresión es notable: "Bendice la tierra que nos has dado, una tierra que fluye leche y miel", porque de aquí inferimos que la tierra no era tan fértil por naturaleza, como porque Dios la regó diariamente por Su bendición secreta para que sea así.

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