19. Te aconsejaré. Jetro se atreve, de hecho, a prometer éxito, si Moisés obedece su consejo; sin embargo, no se jacta con orgullo de que esto será el fruto de su propia prudencia, sino que lo atribuye a la bendición y gracia de Dios, si prospera incluso cuando no se establece nada sino en el mejor sistema. Porque esta es la importancia de la expresión, que se le ocurre un consejo, que si Moisés sigue, Dios lo bendecirá. Tampoco reprocha a Moisés, como si Dios no hubiera estado tan lejos con su celo e industria piadosa, sino que insinúa que Dios es el autor de este consejo, que seguirá con su gracia. En resumen, no declara que sea su Objeto disminuir en lo más mínimo la gracia que Moisés ya había experimentado; pero para señalar un plan, del cual Dios, por su resultado, mostrará su aprobación. Luego sigue el otro punto al que he aludido, a saber, que él no le roba a Moisés su autoridad, para revocar su llamado de Dios, sino más bien exhortándolo a que proceda, desea que lo que Dios ha ordenado una vez sea firme e inviolable. También nos conviene considerar diligentemente que el consejo se tome de acuerdo con las circunstancias y la conveniencia, para que no se aparten de la ordenanza de Dios; porque es pecado considerar la pregunta de si debemos obedecer a Dios o no. Entonces, malditas son las deliberaciones en las que se propone alterar cualquier cosa en la Palabra de Dios, o retirarnos de los límites de nuestro llamado. Hemos dicho que la carga por la cual Moisés fue pesado no era la imposición de Dios; pero solo había sido establecido sobre la gente como su líder, hasta donde su habilidad lo permitía. Jetro deja esto intacto y, por lo tanto, confirma suscribiéndose, por así decirlo, al decreto del cielo. Debido a que fue elegido para ser un intérprete, y Dios lo admitió familiarmente como el mediador entre Él y Su pueblo, Jethro le ordena que continúe en el desempeño de estos deberes. Pero debido a que la posesión del gobierno supremo no interfiere con el deber de un Profeta, también desea que se le remitan los asuntos más importantes; porque interpreto las expresiones de manera tal que Moisés debía estar “a la altura de Dios”, para la entrega de la regla de la piedad y para el desempeño del oficio profético, mientras que los gobernantes debían referirle las causas más importantes , para que todos puedan hacer justicia con él.

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