7. Y Moisés salió. En el verso anterior, contó lo que sucedió al final, es decir, que Jetro dijo: Yo he venido, y te he traído a tu esposa e hijos; pero esta transposición es común en hebreo. Ahora, entonces, agrega, que Moisés fue a su encuentro y le honró; y que se conocieron mutuamente con amabilidad, y respectivamente realizaron los deberes de afecto. “Para pedirse su paz”, (196) equivale a preguntar si las cosas estaban bien y prosperaron. Pero el punto principal es que Moisés le dijo cuán misericordioso había sido Dios con su pueblo; porque esta fue la deriva de la totalidad de su discurso, que, cuando dejó a su suegro, no había cedido al impulso de la ligereza, sino que había obedecido el llamado de Dios, como lo había demostrado posteriormente Su ayudas extraordinarias y por prodigios celestiales.

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