44. Y todo lo que he traducido unido, es palabra por palabra en San Lucas, en el mismo, o en uno, que puede exponerse de el lugar; como si él hubiera dicho que solían vivir juntos en un lugar. No obstante, prefiero entenderlo por su consentimiento (y acuerdo;) como él dirá en el cuarto capítulo, "Que tenían un solo corazón" (Hechos 4:32). Y así avanza ordenadamente, cuando, al comenzar con sus mentes, agrega luego su generosidad, como un fruto que procede de allí. Por lo tanto, nos da a entender que se unieron correctamente con amor fraternal entre ellos, y que de hecho declararon lo mismo, porque los hombres ricos vendieron sus bienes para ayudar a los pobres. Y este es un ejemplo singular de amor, y por lo tanto, Lucas registra lo mismo, hasta el final podemos saber que debemos aliviar la pobreza de nuestros hermanos con nuestra abundancia.

Pero este lugar necesita una exposición sólida, debido a los espíritus fantásticos [fanáticos], que simulan una comunidad o participación conjunta de bienes, por lo que se elimina toda política o gobierno civil; Como en esta época, los anabautistas se han enfurecido, porque pensaban que no había Iglesia a menos que todos los bienes de los hombres fueran puestos y reunidos, por así decirlo, en un montón, para que todos pudieran tomarse otra. Por lo tanto, en este punto debemos tener cuidado con dos extremos. Para muchos, bajo el color de la política, manténgase cerca y oculte todo lo que tengan; defraudan a los pobres y piensan que son dos veces justos, por lo que no quitan los bienes de otros hombres. Otros algunos se llevan al error contrario, porque tendrían todas las cosas confundidas. ¿Pero qué hace Luke? Seguramente nota otra orden, cuando dice que se hizo una elección en la distribución. Si un hombre objeta que ningún hombre tenía algo que fuera suyo, viendo que todas las cosas eran comunes, podemos responder fácilmente. Para esta comunidad o participación juntos deben restringirse a las circunstancias que se producen inmediatamente; a saber, que los pobres podrían sentirse aliviados como todos los hombres lo necesitaban. Conocemos el viejo proverbio: "Todas las cosas son comunes entre amigos". Cuando, como dijeron los eruditos de Pitágoras, no negaron que cada hombre pudiera gobernar su propia casa en privado, tampoco tenían la intención de hacer comunes a sus propias esposas; así que este hecho de cosas comunes, de las cuales habla Lucas, y que él recomienda, no quita el gobierno de la casa; qué cosa aparecerá mejor en el cuarto capítulo, mientras que él menciona solo dos que vendieron sus posesiones de tantos miles. De donde recogemos lo que dije incluso ahora, que ellos hicieron surgir y hicieron comunes sus bienes en ningún otro aspecto, salvo que podrían aliviar la necesidad actual. Y la imprudencia de los monjes era ridícula, ya que profesaban que observaban el gobierno de los apóstoles, porque no llaman a nada suyo; y, sin embargo, ni venden nada, ni pasan por la pobreza de ningún hombre; (152) pero llenan sus barrigas ociosas con la sangre de los pobres, ni consideran ninguna otra cosa en el hecho de tener cosas en común, salvo que puede estar bien lleno y delicadamente, aunque todo el mundo tenga hambre. ¿En qué, entonces, se parecen a los primeros discípulos, con quienes se les considerará capaces de comparar? (153)

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