50. ¿No tiene mi mano? El profeta le dice al pueblo con estas palabras que Dios no necesita oro ni muebles preciosos del templo ni sacrificios; con lo cual se deduce que su verdadera adoración no está contenida en las ceremonias. Porque no desea nada de todas estas cosas que le ofrecemos, por su propio bien, sino solo para que pueda ejercernos en el estudio de la piedad; qué argumento se maneja más en general, Salmo 1. Porque aunque esto sea una vergonzosa tontería para alimentar a Dios con sacrificios, sin embargo, a menos que los hipócritas se ahogaran en el mismo, no harían tal cuenta de los juguetes, porque todo eso es desagradable ante Dios que disiente del culto espiritual; por lo tanto, háganos saber que Dios nos busca a nosotros y no a los nuestros, lo cual tenemos solo a gusto; y por la presente también se observa la gran diferencia que existe entre la verdadera religión y los inventos carnales de los hombres.

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