1. Me he manifestado. El Profeta ahora pasa a otra doctrina; porque él muestra que Dios tiene buenas razones para rechazar y rechazar a los judíos. Esto se debe a que no han sacado provecho de nada mediante advertencias o amenazas de ser devueltos de sus errores al camino correcto. Pero para que no piensen que el pacto del Señor sería anulado en ese sentido, agrega que tendrá otras personas que antes no eran personas, y que donde antes era desconocido, su nombre será bien conocido y muy celebrado. Los judíos consideraron esto monstruoso, y consideraron que era totalmente inconsistente con el pacto que el Señor hizo con Abraham, (Génesis 17:7), si tal beneficio se extendía a otros que no fueran su posteridad. Pero el Profeta tenía la intención de despojarlos de la tonta confianza de imaginar que Dios estaba atado a la posteridad de Abraham; porque el Señor no se había limitado a ellos sino en una condición absoluta, y si esto fuera violado por ellos, serían privados, como los que rompen el pacto y los traidores, de toda la ventaja derivada del pacto. Tampoco se hizo esta promesa a Abraham solo, ni a los que descendieron de él, sino a todos los que deberían ser injertados por fe en su familia. Pero será más conveniente comenzar con el segundo verso, en el que explica la causa del rechazo, para que podamos comprender más completamente el diseño del Profeta. (198)

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