Hemos dicho que la maldad de los higos no debe explicarse por la culpa, sino por el castigo: y esto es lo que Jeremías confirma, cuando dice: Como estos buenos higos, reconoceré el cautiverio para bien o para beneficio. טובה, thube. Es bien sabido que cautiverio significa que las personas fueron llevadas cautivas, siendo una palabra colectiva. Entonces él dice:

"Reconoceré a los cautivos de Judá, a quienes he expulsado de este pueblo, para hacerles bien de nuevo". (124)

Como esta doctrina era entonces increíble, Dios llama la atención de los judíos sobre el tema final; como si él hubiera dicho que se equivocaron al tener una visión actual de las cosas y no extendieron sus pensamientos a la esperanza de la misericordia. Porque así razonaron: “Es mejor permanecer en el país donde se adora a Dios, donde está el Templo y el altar, que vivir entre naciones paganas; es mejor tener algo de libertad que estar bajo el yugo de la tiranía; es mejor conservar incluso el nombre de ser un pueblo separado que estar disperso aquí y allá, para no ser una comunidad en absoluto ". Por lo tanto, según su estado en ese momento, pensaban mejor su condición: pero Dios corrigió este juicio equivocado; porque deberían haber mirado hasta el final, y lo que esperaba a los exiliados y cautivos, así como a aquellos a quienes el rey de Babilonia había ahorrado por un tiempo. Aunque, de hecho, el objetivo del Profeta era aliviar el dolor de aquellos que habían sido conducidos a Caldea, sin embargo, tenía una especial consideración por las personas sobre las que fue nombrado instructor y maestro. Estaba entonces en Jerusalén; y sabemos cuán perversos fueron aquellos con quienes tuvo que lidiar, porque ninguno podría haber sido más obstinado que esa gente. Como Dios había retrasado su castigo, supusieron que habían escapado por completo, especialmente porque tenían un tío como sucesor de su rey cautivo.

De ahí, pues, su desprecio por las amenazas; de ahí su mayor libertad para pecar: pensaron que Dios se había vengado de los exiliados, y que fueron salvos como la porción más excelente de la comunidad. El Profeta, por lo tanto, para romper esta presunción, que no podía doblegar, les presentó esta visión, que le había sido dada desde arriba. Ahora, entonces, vemos que la doctrina especialmente establecida es que Dios recordaría a los cautivos con el propósito de hacerles bien, como si hubiera dicho que se formó un juicio incorrecto por la calamidad de unos pocos años, y que el El final debía ser observado. Sigue -

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