Y, por lo tanto, agrega: Jehová no pudo soportar la maldad de tus obras y las abominaciones que habéis hecho: por lo tanto, dice, tu tierra se ha reducido a un desperdicio. El juicio de Dios, no habrían sido destruidos. Pues él asume este principio, que Dios no está enojado sin razón; y luego asume otro principio, que como Dios había elegido la simiente de Abraham, y había sido siempre propicio incluso para los indignos, habrían sido hechos partícipes de su bondad, si Dios no se hubiera alejado completamente de ellos. Entonces se deduce que la venganza de Dios no se había avivado por alguna ofensa leve, sino por muchas ofensas diarias, de modo que ya no se podía diferir: porque la atrocidad del castigo muestra la atrocidad del pecado; y por eso dice: Jehová no pudo soportar la maldad de tus obras y las abominaciones que habéis hecho: por lo tanto, agrega, tu tierra se ha convertido en un desperdicio, un asombro y una maldición, o una ejecución, de modo que hay sin habitante

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