El incienso, dice, que habéis quemado en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, vosotros y vuestros padres, vuestros reyes y vuestros príncipes, y todo el pueblo de la tierra, ¿no los ha recordado Jehová? ¿De dónde, dice, se ha producido esta terrible calamidad, que ha destruido toda su raza? Incluso por la ira de Dios, porque no te ha sucedido por casualidad, porque Dios había predicho por sus siervos lo que después se ha cumplido realmente. Luego se deduce que su ciudad ha sido destruida por el justo juicio de Dios. ¿Y cuál ha sido la causa de una venganza tan grande y tan grave? Incluso tu incienso.

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